LA PIÑA EN EL TXOKO

El auténtico inspirador de este blog ha sido Guillermo Garaulet, nuestro querido amigo que se ocupa de organizar todo en el grupo La Piña. Y así, desde hace mucho tiempo, cocina para sus amigos en el Txoko Zar, en la plazuela de San Nicolás, el primer jueves de cada mes. Como los comensales dan por supuesto que estará todo exquisito siempre, dedican poco esfuerzo y menos palabras al merecido halago, y eso no puede ser.

CATA Y ELOGIOS quiere pagar las facturas de agradecimiento pendientes con Guillermo, quien ingresa en el club con medalla de oro. Naturalmente, esta distinción ha de animarle a no bajar la guardia, porque siempre hay aspirantes ambiciosos.

Ayer fue primer jueves de febrero y el tío lo bordó.  Tomates —los únicos excelentes de Madrid—, pulpo a la gallega y percebes gallegos —un par de quilos—. ¿Se puede pedir más?: Sí, perdices guisadas con crema de manzana y castañas y guarnición de champiñón y cebollitas francesas. Un verdadero espectáculo que fue posible gracias al buen hacer de nuestro cazador oficial, Jerónimo Cardenete que, con tal mérito, incorporamos como destacado del mes.

SORPRESA EN EL ÁTICO

Pues eso, una comida sorpresa para  Manolo, el padre de Luis Ignacio, que cumplía un montón de años. Pese al mogollón de gente, CELIA Y LUIS IGNACIO , que estrenaban su bonito ático, estuvieron a la altura: cerveza  helada, buenos aperitivos y rioja de reserva. Plantas, perros, hubo de todo, hasta una tarta rica y el Moët muy frío —por fin—.

De modo que tan excelentes anfitriones entran por la puerta grande en CATA Y ELOGIOS, con el reto de triunfar nuevamente en primavera con una paella hecha en casa. Y si tiene que colaborar el padre, que lo haga. Por mi parte estaría dispuesto a hacer una nueva reseña e incluso a llevar vino: un día es un día.